Tormenta… Hay
momentos difíciles, de aflicción, dolor y angustia
durante los cuales no entendemos cómo nuestro Padre Celestial parece que nos deja solos en medio la aflicción. Sus hijos corremos a
refugiarnos en sus brazos eternos y ahí entendemos que muy bendecida es nuestra alma al salir de cualquier prueba.
No te alejes
No te alejes de Dios…
Escucha la voz del Señor que nos enseña en el salmo 127 que separados de El, nada podemos hacer. Y nos recuerda que Él es la fuente de vida, cuando dijo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que
permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí
nada podéis hacer.” Juan 15:5
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