Prudentes e insensatas… Nadie sabe cuándo regresará el Señor Jesús, si estaremos vivos o ya habremos partido de este mundo a la eternidad, por tal razón es importante estar listos para dar cuenta de nuestra fe. Esta fue una de las principales recomendaciones de Señor Jesucristo cuando narro la parábola de las diez vírgenes diciendo: Él dijo: El reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.” Mateo 25:1-4
Prudentes e insensatas… Nadie sabe cuándo regresará el Señor Jesús, si estaremos vivos o ya habremos partido de este mundo a la eternidad, por tal razón es importante estar listos para dar cuenta de nuestra fe. Esta fue una de las principales recomendaciones de Señor Jesucristo cuando narro la parábola de las diez vírgenes diciendo: Él dijo: El reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.” Mateo 25:1-4
Prudentes e insensatas… Las insensatas son tipo de aquellos creyentes despreocupados
que dicen amar a Dios, pero no adquieren un compromiso real y se vuelven sólo personas
religiosas. Las prudentes, además de creer, cuidan su vida de fe y están vigilantes
en comunión con Dios y a sus enseñanzas
bíblicas.
En la parábola Jesucristo nos revela que cuando
llegó el esposo las vírgenes prudentes estaban
listas pero las insensatas no tenían aceite porque no creyeron que les haría
falta, las prudentes sí lo llevaban.
Prudentes e insensatas… Las imprudentes no pudieron salir a recibir al esposo, perdieron su oportunidad. El esposo es Jesucristo, las vírgenes es su iglesia, nosotros. La lámpara es nuestra fe y el aceite el Espíritu Santo. Si nos falta este último, igual que las vírgenes imprudentes, quedamos en oscuridad, perdemos la oportunidad de tener ese aceite con nosotros. Hoy es tiempo de procurar el fruto del Espíritu Santo en nuestra vida.
Prudentes e insensatas… Las imprudentes no pudieron salir a recibir al esposo, perdieron su oportunidad. El esposo es Jesucristo, las vírgenes es su iglesia, nosotros. La lámpara es nuestra fe y el aceite el Espíritu Santo. Si nos falta este último, igual que las vírgenes imprudentes, quedamos en oscuridad, perdemos la oportunidad de tener ese aceite con nosotros. Hoy es tiempo de procurar el fruto del Espíritu Santo en nuestra vida.