Acción
de gracias a Dios... De un corazón sensible brota gratitud que agrada a
Dios. El agradecido con Dios lo es con sus semejantes. Es reconfortante y
saludable bendecir al Señor al amanecer, al anochecer, agradecer su fidelidad,
su protección y el aliento de vida que nos da. Al ir a la iglesia
entramos por sus puertas con acción de gracias y por sus atrios con alabanza,
bendecimos y alabamos su Santo Nombre, proclamamos con gran júbilo su grandeza
y declaramos su palabra en alta voz. Exaltamos su poderío con salmos: 92, 95,
100 y del 145 al 150.
Acción
de gracias a Dios... Amamos a Dios por encima de todo, un adorador en
espíritu y en verdad es fiel y a ese tipo de creyentes, el Señor los
busca. Juan 4:23-24. Nos deleitamos ante
el Señor al pasar tiempo en su presencia, adorando y escuchando su voz. Vivimos
agradecidos porque el Padre Eterno nos revelo el plan para nuestras vidas y el
camino hacia la vida eterna.
Dios
les bendiga hoy, mañana y siempre, llenen sus corazones de gratitud
y verán días maravillosos.